lunes, 16 de abril de 2012

Paisajes indeseables


Nuestras casas son nuestro refugio, el lugar al que queremos llegar después de una larga jornada de trabajo, el remanso de paz y tranquilidad ansiado para recuperar nuestras energías de cara al día siguiente.


Pero ¿qué pasa cuando esto deja de ser así?


Tanto si vivimos en el campo como en una ciudad, podemos vernos  atacados visualmente con estructuras de viviendas inacabadas o deterioradas, con descampados en donde cada vez que nos asomamos descubrimos que los escombros han aumentado de volumen, o podemos ser víctimas de una edificación que de repente nos quita la vista que poseíamos y nos la cambian por un muro.


Este tipo de imágenes, nos invaden con una energía que afectará directamente a nuestras vidas en un sentido muy negativo.


Para resolver esta situación  y recuperar el equilibrio del que nos han desposeído, os voy a dar unos consejos de feng shui para que los llevéis a cabo y veréis qué buenos resultados os van a dar.


En primer lugar,  colocaremos visillos en las ventanas que difuminen la visión directa de ese “paisaje”.
Además, pondremos tiestos con flores ya sean en el exterior de las ventanas o dentro de la estancia donde ésta se encuentre, porque nos van a generar un flujo de energía que contrarrestara a la que viene del exterior.


También se pueden ajustar sobre los cristales, plásticos decorados especiales para ventanas, que nos darán una imagen nueva y bonita dándonos así unas nuevas vistas.


Si no hay problemas de iluminación unas cortinas tupidas, nos van a beneficiar igualmente al protegernos de visiones desagradables.


Por último, colgaremos cuadros o fotografías con paisajes que nos agraden especialmente, creando así una nueva ventana con imágenes mucho más positivas.


Estos los colocaremos de tal manera que desvíen nuestra mirada y nos hagan olvidar que lo que se encuentra detrás de la ventana no es lo que habíamos deseado cuando fuimos a vivir a nuestra casa.


Poniendo en práctica estas ideas, volveremos a disponer de armonía en nuestro hogar.


Lidia García Medina

No hay comentarios: